jueves, 26 de febrero de 2009
lunes, 23 de febrero de 2009
TESTAMENTO DE PINTI... (un grande)
No puedo menos que compartirlo...
BREVES ACOTACIONES PARA UNA BIOGRAFÍA
Cuando tengas dinero regálame un anillo,
cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
cuando no sepas qué hacer vente conmigo,
pero luego no digas que no sabes lo que haces.
Haces haces de leña en las mañanas
y se te vuelven flores en los brazos.
Yo te sostengo asida por los pétalos,
como te muevas te arrancaré el aroma.
Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte esta es la puerta:
se llama Ángel y conduce al llanto.
Después de tanto españolearme...
BREVES ACOTACIONES PARA UNA BIOGRAFÍA
Cuando tengas dinero regálame un anillo,
cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
cuando no sepas qué hacer vente conmigo,
pero luego no digas que no sabes lo que haces.
Haces haces de leña en las mañanas
y se te vuelven flores en los brazos.
Yo te sostengo asida por los pétalos,
como te muevas te arrancaré el aroma.
Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte esta es la puerta:
se llama Ángel y conduce al llanto.
Angel González
domingo, 22 de febrero de 2009
carteleria
viernes, 20 de febrero de 2009
jueves, 19 de febrero de 2009
La muerte blanca
Al menos aquí, no se habían visto nunca imágenes filmadas de alguien que parece derrumbarse hacia la muerte blanca. Son horriblemente cercanas. Un hombre gatea sus últimos minutos sobre la nieve e intenta decir que está vivo. Un puñado de rescatistas que acaba de hacer cumbre por la ruta normal para poder bajar hacia el Glaciar de los Polacos (pocas personas en el mundo pueden hacerlo en el día, como ellos lo hicieron) intenta despertarlo: “Levantate culiao”, le dicen en ese argot mendocino, un poco por desesperación, y otro porque apenas pueden con ellos mismos.
Hay algo que no tiene sentido: qué objeto tiene denunciar que dejaron morir al guía mendocino Federico Campanini, después de que los rescatistas habían subido uno de los cerros más difíciles del mundo hasta la cumbre (el Aconcagua es comparado con algunos 8000 de la cadena Himalaya por su microclima y la ausencia de oxígeno) y haber vuelto a bajar hasta Polacos para dejarlo tirado ahí. Con lo difícil que le resulta a uno defender a la policía –y más aún a la policía mendocina–, cabría aclarar algunas cosas sobre la patrulla de rescate que funciona en el parque provincial Aconcagua pero depende de la temible Policía de Mendoza. Sus colegas les dicen “los hippies”, y durante el año son más bien una docena de parias que entrenan aparte, son discriminados por sus compañeros, sus superiores e incluso por sus “inferiores”. Pero que durante la temporada alta del Aconcagua son capaces de suspender la cena de Plaza de Mulas a las 9 de la noche por un pedido de rescate, pueden subir y bajar el cerro con un temple notable y generalmente les duele que jamás nadie les reconozca el mérito. Se sabe, la lapidación pública injustificada es una especialidad de la tele.
Habría que preguntarse: ¿por qué eran sólo ellos los que llegaron hasta ahí a buscar a su colega, aunque se movilizaron cerca de 80 personas para el rescate que incluía a los italianos (un grado de solidaridad que no existe en ningún cerro de esta altura)? Pues, es simple: porque eran prácticamente los únicos que podían llegar en ese tiempo a ese lugar en ese momento. Hasta donde este cronista sabe no hay helicópteros que puedan sobrevolar a 6500 metros con una tormenta de nieve. ¿Cómo se los puede acusar de abandono si subieron casi 3000 metros de diferencia de altura, bajaron unos 500 metros más e intentaron arrastrar a Campanini durante unas tres horas, con y sin sogas, en una altura que suele tener media atmósfera de presión, en un horario que suele ser fatal para casi cualquier ser humano? Después de las 18, todos allí lo saben, el Aconcagua se transforma en la altura.
La filmación de las gateadas de Campanini parece montada en un set y no explica nada, aunque quiera aparecer como lo que sucede, aunque la tele despliegue su bastión de opinólogos mal entrenados y con permanente mal de altura. Cuando cada paso cuesta 10 minutos, y las reservas están agotadas, el “levantate culiao” es una soga que sirve para tirar. Era lo mismo que me gritaba el experimentado guía Carlos Tejerina (el Teje), hace diez años junto a Javier Ciancio, después de hacer cumbre en el Aconcagua por la ruta del falso polaco, para dejar una bandera de Página/12. El 16 de enero de 1999, a las 17.05, después de atravesar el Gran Acarreo pisando tierra firme en subida y nieve hasta la cintura en bajada, una tormenta de 30 grados bajo cero preparó la cama para la muerte blanca. Lo único que yo quería era sentarme a descansar un segundo. “Por favor”, le decía al Teje, que siempre decía que los accidentes no existían y todas las muertes de la montaña eran evitables. “Dejame un segundo nada más.”
Pero no me dejó. “Levantate culiao”, me imploró el Teje, que de montaña (para ese entonces 17 cumbres del Aconcagua en sus hombros y decenas de cerros escalados) sabía bastante. Mantenerme erguido y caminando era la manera de seguir despierto, de llenar de colores a la muerte blanca para que se derrita de miedo. Aquella vez fuimos unos trece los que pudimos sortear el cerco de una montaña que parecía de pronto de invierno, y llegar a eso de las 10 de la noche al campamento de Piedras Blancas, unas tres horas más arriba de Berlín. En nuestra carpa durmió un brasilero, y en la de otros andinistas se metieron otros extranjeros, solitarios y perdidos, carne de cañón para la bestia de roca que se traga todo lo que queda suelto. Y eso que sólo teníamos que bajar. A Campanini no lo abandonaron, por más que a todos nos duela. Esa imagen no vale nada: si se quedaba el resto de la patrulla a pasar la noche con esa tormenta, sus integrantes serían hoy recordados heroicamente por haber acompañado a Campanini en su dulce y también heroica muerte blanca.
Por Mariano Blejman // Pagina 12 -19 de febrero
martes, 17 de febrero de 2009
domingo, 8 de febrero de 2009
Sexo, masturbación y... cáncer de próstata
De vez en cuando, la propia literatura científica nos sorprende con un nuevo y a veces increíble factor de riesgo para desarrollar este tumor. Hay muchos factores de riesgo que se han implicado a lo largo de los años en el desarrollo de este cáncer, desde infecciones por virus, herencia, alimentación, estilo de vida, obesidad, raza, etc.
Hace varios meses uno de nuestros blogs versó sobre la relación entre Cáncer de Próstata y haberse realizado la vasectomía. Poníamos de manifiesto que no existía ninguna relación científicamente demostrable, y que por tanto desde este punto de vista, la vasectomía era un procedimiento totalmente seguro.
Hace escasas semanas la revista BJU International y diversos medios de comunicación se hacían eco de la noticia. BBC News, publicaba un estudio, cuando menos, sorprendente.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Nottingham (Reino Unido) sugerían el hecho de que los hombres que habían tenido muchas relaciones sexuales cuando eran jóvenes (20-30 años) habían desarrollado con más frecuencia un Cáncer de Próstata en la edad adulta (50-60). Ponían el valor de corte en 12 relaciones sexuales en la década de los 20.
Aún más curiosa en la relación que establecen con la masturbación masculina. Parece que el haberla practicado en edad joven (20-30 años) puede hacer que desarrolles más Cáncer y en cambio practicarla a los cincuenta, al eliminar toxinas de la próstata, parece que puede proteger contra la aparición del tumor.
La verdad, toda esta teoría, aunque haya una relación estadística, tiene una difícil explicación científica creíble. Es cierto y claramente demostrado, que el Cáncer de Próstata es un tumor que depende de las hormonas masculinas (testosterona) para crecer y que las ganas de tener relaciones sexuales (libido) depende también de estas hormonas. Por tanto, por esta vía podría haber una relación que lo explicara. Es decir, los hombres que tienen mas relaciones sexuales o se masturban más (tendría niveles mayores de testosterona) tendrían más riesgo de desarrollar este tumor. De la misma manera, el hecho de la dependencia hormonal, en lugar de la explicación podría ser un factor confusor en la hipótesis.
Sin duda, este estudio no tiene un número suficiente de casos como para poder establecer ninguna conclusión y mucho menos ninguna recomendación a la población general, en cuanto a cambios es sus hábitos sexuales.
En fin, sin quitarle ningún mérito, hacen falta datos más concluyentes como para establecer una relación trilateral, entre enfermedades (Cáncer de Próstata) y factores (relaciones sexuales o masturbación) por otro lado, tremendamente frecuentes en nuestra vida diaria.
Mi pregunta para los cibernautas es, ¿cambiarías tus hábitos sexuales para prevenir un posible un Cáncer de Próstata?